sábado, 18 de agosto de 2007

Las aventuras de Tet y Shin

Estabamos, en la casa del Shin o de la Mary, cuàndo al primero se le ocurriò que escribiera sobre la fabulosa historia de los perros de Dios: Èrase una vez, cuando era màs joven, en un dìa de verano, el joven Diego Oyarzùn (màs conocido como Shin-chan) y Jaime Hormazàbal (màs conocido como Jaime[la persona a la que leen]) se aventuraron a dar un paseo por las calles de la Villa San Martìn, fuera de su habitat comùn: el computador y las variadas plataformas de videojuegos...Todo iba bien ese caluroso dìa: el dìa estaba soleado, hacìa calor, no habìa viento, y trivialidades de dìas de verano, pero, camino a la iglesia de la Villa, los jovenes Shin y Jaime empiezan a blasfemar contra Dios y sus amadas criaturas. Dios escucha estas blasfemia, y no haya nada mejor que lanzar un furioso y rabioso y espumoso y gordito pitbull o boxer (no recuerdo que era ya que es un recuerdo que mi memoria a tratado de borrar) contra ambos dos agentes de satanàs: el furioso, rabioso, espumoso y gordito pitbullo boxer se lanza ladrando hacia Shin, y èl no haya nada mejor que ponerse a gritar desesperado: ¡Uaaaaaah! ¡Uaaaaaah! (como en las pelìculas japonesas cuando a los japoneses les cortan algùn miembro del cuerpo) gritaba, desesperando màs al furioso, rabioso, espumoso y gordito pitbull o boxer. Tanto ruido atrae la atenciòn de otros dos perros, a los que Dios les puso la buena idea de atacarnos (a todo esto yo sentìa un pànico-risa, por los tres peros y por los gritos de Shin), uno creo que era un policial y el otro un no-me-acuerdo. Ahora eran tres benditos perros ladràndonos, que en cualquier momento saltarìan y nos mutilarìan. Para defenderse, el joven Shin toma al joven Jaime y lo pone frente a èl, Jaime queda plasmado del terror y solo piensa en quedarse quieto...el furioso, rabioso, espumoso y gordito pitbull o boxer, que estaba a la cabecilla, empieza a oler la pierna de Jaime, y no lo muerde, hacièndose a un lado continuando sus ladridos para Shin, llamando a los otros dos perros. Shin-chan, arrinconado, su sujeta en una reja cercana a èl y empieza a tirar patadas al aire y gritando màs fuerte para desplazar a los perros, pero sòlo logra acrecentar su ira. Tanto ruido en la calle, hizo que saliera el dueño del furioso, rabioso, espumoso y gordito pitbull o boxer, llamàndolo y entràndolo, a lo que el policial y el no-me-acuerdo tambièn decidieron irse. ¿Suerte? No se sabe, solo se sabe, solo saben, que el Dios que los mira arriba, es vengativo.

Oh BuenDios (?) dame tu poder de controlar mentes de perros, que ocasionen miedo, cercanos a iglesias y hacer que ataquen niños blasfemos.



by: el inoloro Tetsuna

2 comentarios:

Mónica :) dijo...

inholoro? como se nota que el asma te hace mal xD nose ql, podrías hacer de tu blog algo mas interesante. Tú sabes que tu creatividad es infinita, pero úsala para algo que valga la pena.
igual nomah que la foto de la trb ultima cena esta pulenta xD
te quiero wn :*

INFIERNOSILENTE dijo...

jujuju
la vengan za del dios inquicidor jajaj